Esta es la foto más gay de Michael Jackson, en la que representa al cantante como un San Sebastián del siglo XXI. 

Segun la comunidad gay la cual estaba muy ligada 

a su musica de los 80.


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La imagen, publicada en la portada de ‘El País Semanal’ bajo el nombre de ‘El ángel caído', representa a Michael Jackson como uno de los grandes símbolos de la comunidad homosexual: el santo y mártir Sebastián. 

Atravesado por una flecha a la altura del abdomen, Michael Jackson posa con la mirada perdida y el torso desnudo, solamente ataviado con un ligero pareo recogido sobre su cintura. 

Además, de su espalda emergen dos prominentes alas blancas que le confieren un aire angelical. 

En este retrato, Michael Jackson recuerda a San Sebastián, el santo más venerado por la comunidad homosexual, que ha sido retratado por multitud de pintores a lo largo de la historia del arte. 


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Sebastián, oriundo de Milán y tribuno de la cohorte de la guardia pretoriana romana, fue martirizado por soldados imperiales cuando descubrieron su fe cristiana.

Durante los 2 primeros días, Lisa y sus hijos se quedaron en una de lasdependencias para visitas que tenia la propiedad. En la tercera noche,Michael ordeno que sirvieran la cena en una de las terrazas a la luz delas velas: salmón escalfado y ensalada de pepino. Luego le entrego aLisa un regalo: una gargantilla de tres hileras de perlas con undiamante engarzado al frente, avaluada en 50 mil dólares, lisa se quedocon Michael en la habitación.

¿Hicieron el amor? Lisa, dicen susamigos, que es una mujer que disfruta de la intimidad física y jamás seinvolucraría en una relación que no fuera sexual. Ella sabía que sumadre y su padre habían dejado de tener relaciones poco después de queella fuera concebida. Elvis conoció a Priscilla cuando ella tenía solo14 años; el tenia 24. Los 2 vivieron juntos 6 años antes de casarse enlas Vegas, pero nunca intimaron. Entonces, en la luna de miel,Priscilla quedo embarazada. 8 meses después, nació lisa. Luego de eso,Elvis nunca toco a Priscilla de nuevo, diciendo que se sentía raroteniendo sexo con la madre de su hija. “yo era joven y acepte su modode vida como normal”, recordaba Priscilla. Aunque era una de lasmujeres más publicitadas de estados unidos, Priscilla vivió entonces unmatrimonio sin sexo por un par de años, hasta que se involucro con suinstructor de karate... y ese fue el fin del matrimonio con Elvis. Lisano quería encontrarse en la misma situación.

En verdad, Lisa yMichael tuvieron una intensa y activa vida sexual, lo cual fue unasorpresa para mucha gente. De acuerdo con la evidencia asequible, erala primera vez que el experimentaba tal química con una mujer, mejordicho con alguien. Sus socios afirman que las primeras etapas delromance impactaron positivamente en su personalidad, en términos deconfianza en su propia persona y de la imagen que tenia de símismo.”Aparentemente Michael Jackson es estrafalario en la cama”,sostuvo la amiga de lisa, Mónica Pastelle. “lisa dijo que él esasombroso, y ella ha estado ahí. Todos decían `no es posible, lisa. Nopuede ser verdad. ¿Michael Jackson? ¿Estamos hablando acerca de eseMichael Jackson, el de los guantes?´ sin embargo, lisa no estababromeando y no paso mucho tiempo antes de que comenzara a pensar que elasunto no era para nada gracioso”

Quien sabe porque todo fue tanintenso entre Michael y lisa. No obstante, era sorprendente... algunospensaran que era asombroso...que fuera el componente sexual lo qsostenía la relación.

La primera vez para ellos fue en Florida,durante una estadía de fin de semana en la finca Mar-A-Lago de DonaldTrump, en Palm Beach. Donald recuerda haber visto a Michael y a lisacaminar de la mano en sus terrenos, perdidos en una ensoñación mutua.En una fotografía tomada ese mismo día, lisa vestía un elegante vestidode seda negra, muy ceñido, que caía graciosamente sobre suproporcionada figura. Michael llevaba un moderno traje también negro,con una camisa escarlata y una corbata haciendo juego. En ciertomomento él apoyo una rodilla en el suelo y beso la mano de lisa. Ellalo urgió a levantarse, ambos estaban avergonzados. Michael la observoatentamente, ensimismado en su rostro. Se besaron. El saco de unbolsillo interno de chaqueta una cajita. Lisa la abrió y su expresiónse ilumino. Perlas.

“Fue romántico”, recuerda Donald Trump. “mástarde le pregunte a Michael como iban las cosas y me respondió:`genial. Puedo besar a la chica más hermosa del mundo. Espero ser dignode ella. Creo que podría hasta casarme con ella ´”

“Hicieron elamor en la finca de Donald Trump”, dijo otra confidente de lisa. “elladijo que fue intenso, le saco el aliento. No tengo idea de que era loque estaban haciendo o que le estaba haciendo él a ella, considerandoque lisa tiene cierta afición por lo no convencional, pero estabaenloquecida con ese chico. Quizás sea difícil de creer para algunos”,concluyo, “pero igualmente es verdad”.

“Después de esa primeravez, ella se levanto a encender las luces, pero él salto de la cama ycorrió al baño para que ella no viera su cuerpo. Volvió 20 minutos mástarde, totalmente maquillado y vistiendo una bata de seda. Luego,comenzaron de nuevo. A él le gustaba que ella usara sus joyas en lacama. Jugaban a ser otros, aunque lisa nunca decía que clase depersonajes hacían”

Decir que Michael quería tener hijos erasubestimar lo que sentía acerca de la procreación. Anhelaba fuertementetener descendencia. Cuando lisa no quedo inmediatamente embarazada,incluso aún antes de que se casaran, comenzó a expresar su decepción.“Quiero tener hijos”, decía “Y pensé que estaríamos esperando uno a laspocas semanas de haber hecho el amor. Pero lisa dice que toma algo detiempo. No tengo tiempo. Quiero que suceda ya. Quiero tener hijos,desesperadamente”.

Ha tan solo  17 días para el aniversario numero 53 del Rey del Pop, y en México va por el segundo tiraje el libro "Confesiones de Michael Jackson: (Las cintas del rabino Shmuley Boteach", en cuyas 285 páginas muestran a la estrella como un ser humano con todas sus debilidades profesionales, amorosas y familiares, que lo definen a la vez en una persona reservada y pudorosa, pero siempre en la búsqueda de que la gente lo quisiera, lo amara; como no lo hizo ni su propio padre.

Con la traducción en español de Helena Álvarez de la Miyar, el libro está subdividido en ocho temas, que abre con el titulado "El niño famoso y Joe Jackson" y concluye con el tema "Sobre niños e inocencia". Aunque previo a esto, hay un segmento del rabino Shmuley, quien habla del Jackson que conoció, en tres bloques "Un relato moral", "Nuestra amistad" y "Sus demonios", que en este punto, Michael, según lo escrito en estas páginas, "Lo que más corrompió su vida y carrera, fue su creencia de que él no era como la gente normal, sino más elevado, más sensible y el que más sufría, por eso no se regía por las normas tradicionales del bien y el mal. Su arrogancia no tenía límite, que lo llevó a un sinfín de cirugías estéticas".

Otro de sus "demonios" fue "mentir descaradamente, para justificar el hecho de meterse en la cama con niños", describe Boteach.

También muestra a un Michael temeroso de su padre. En la etapa de los Jackson Five, se transcribe de las cintas que grabó el rabino de su voz que, "luego de haber grabado las canciones en el estudio, con muchas horas de cantar y cantar, toca mi padre a la medianoche la puerta que yo le puse el cerrojo, para gritarme que si ya había firmado el contrato. Y me respondió: 'Si no firmas, te vas a enterar de lo que es bueno'. Yo le contesté; y él me empujó y me golpeó con todas sus fuerzas. Era un hombre muy fuerte". Así, estos golpes de niño le dejaron cicatrices no sólo físicas sino del alma, que provocaron que en vez de querer a su padre le tuviera miedo.



Distrito Federal— Michael Jackson atribuía el distanciamiento de su familia a sus cuñadas, consideró como su mujer ideal a la conductora de televisión Katie Couric, jamás se convenció del todo de su religión como testigo de Jehová, era fanático de las bromas pesadas y nunca pudo perdonarle a su padre, Joseph Jackson, su falta de cariño. Estos detalles poco conocidos y varios más sobre la vida del desaparecido ídolo los relata el rabino, consejero y presentador de televisión Shmuley Boteach en el libro ‘Confesiones de Michael Jackson: Las Cintas del Rabino’, que contiene más de 33 horas de entrevistas con el intérprete, entre el 2001 y el 2003, cuando Boteach y él eran amigos.

“Aquí no hay nada que yo haya interpretado. La diferencia con una biografía, o algo no autorizado, es que usualmente el personaje está sujeto al escrutinio ajeno o que, simplemente, no sabe quién habla de él.

“Yo pongo mi interpretación y mi percepción basado en mi forma de verlo y cómo conviví con él, pero las entrevistas están íntegras. Las grabamos porque él quería que hiciéramos algo grande. Lamentablemente vino lo de su arresto (hace siete años) el escándalo de la pederastia, etcétera. Y no continuamos, se rodeó de mucha gente que no lo ayudó”, contó Boteach en entrevista telefónica desde su residencia en Nueva York.


Vivía como Elvis

En el volumen, de 289 páginas y que estará a la venta a partir de hoy en México, se aborda la soledad de ‘Jacko’ y lo mucho que le afectaban los rumores sobre su vida privada.

“Vivía como Elvis Presley. Se levantaba tarde o en la noche y dormía de día. Nadie le creía su genuina pasión por ayudar a los niños, debido a las acusaciones que hubo en su contra por abuso infantil. Yo jamás lo vi interesado en un hombre, es más, mencionaba chicas ideales”, relata el que fuera guía espiritual del ‘Rey del Pop’.

Por esto, en sus momentos de conversaciones, el entrevistador le pidió al cantante que intentara vivir en un horario más clásico, ya que sus hijos extrañaban su presencia y no consideraba sano que estuvieran siempre al cuidado de niñeras.

Incluso, a pesar de que hubo cientos de rumores de que Jackson era homosexual, a Boteach le dio la impresión contraria, pues sentía una admiración desmesurada por ciertas mujeres. Lo califica más bien como tímido y torpe con el sexo opuesto.

“En el libro lo menciono, Diana era para él la mujer perfecta, y Katie Couric, la presentadora de televisión, lo impactó. Le gustó su clase, su cultura, su forma de ser, era toda una dama. Él quiso invitarla a salir, pero ella estaba saliendo con otra persona en ese entonces”.

Un pasaje perturbador, tanto para Boteach como para el mismo Jackson, quien murió el 25 junio de 2009, fue que él le hizo ver en sus sesiones que sentía un profundo rencor hacia el sexo femenino, debido a la castrante y machista educación de su padre.

“Esto fue un aviso para él, y es un aviso para quien sea. Michael, desde niño, fue llevado por sus hermanos, por su papá, al table dance. Vio que las mujeres se desnudaban, que hacían striptease por dinero y eso le formó una idea errónea de que las mujeres hacen todo por dinero y son controladoras.

“Por eso, culpaba a sus cuñadas de la separación de su familia, por interesadas. Hacía referencia a The Beatles y a que terminaron tronando por culpa de las esposas de cada uno. Por eso era bastante tímido con ellas, por eso sentía que el deseo controlador de las mujeres era natural. Así lo hizo ver cuando habla de Lisa Marie, a quien describe como una mujer que no entendía la misión de Michael en la vida y siempre quería ser el centro de atención”, explica el rabino.

Y asegura en las charlas que jamás le perdonó a su padre, Joseph, que no le mostrara su cariño de manera más física, con abrazos, palabras, que siempre fuera tan estricto, que le criticara todo, hasta su nariz.

En la publicación de Editorial Océano, Shmuley Botebach transcribió íntegramente la parte en la que el intérprete de ‘Thriller’ recuerda sus mejores bromas y lo mucho que le divertía ser niño.

“Esos momentos eran de total transparencia. Se reía, gritaba, lloraba de la emoción de recordar cómo ponía cestos llenos de agua en las puertas y, cuando alguien entraba, en los hoteles, terminaba bañado.

“Cuando convivió con mi familia, por ejemplo, en las reuniones de los viernes, se sintió en tanta confianza que jamás se desprendió de su yo verdadero. No jugaba a ser famoso. Era una persona más y ya. Sentía celos de no tener momentos familiares como esos”.

Como consejero, figura pública, rabino, padre y empresario, Boteach dice que ha aprendido cuatro reglas que jamás le han hecho perder el piso y que son las mismos que sugiere a quienes se acercan a él para encontrar paz espiritual. Michael, explica el angelino, no siguió ninguna de estas normas no escritas.

“Lo primero que debe hacer una figura pública, y una persona, es no creerle a la prensa. Todo se tergiversa, se interpreta, se asume, no viene de primera mano. Lo segundo, es ser religioso, o espiritual. Lo tercero es que su consistencia humana debe ser mucho más grande que su físico, no deben creerse la vanidad, la inseguridad. Y lo cuarto, es que sus bases deben estar sustentadas en amigos y familia”, señala.

El fallecido ‘Rey del Pop’ entendió esta filosofía de vida en los acercamientos que ambos tuvieron, pero se le olvidaron con su desmesurada intención de no alejarse de la fama, añade.

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